"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andabamos para encontrarnos"
Julio Cortázar

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lunes, 5 de marzo de 2012

Grido ya no es lo que era


Grido ya no es lo que era. Corría el año 2009 y quien escribe se hallaba con dos amigas (Camila y Carolina) en Cura Brochero, Córdoba. La plaza principal contaba con el agrado de dos malambistas ganadores del Pre Cosquín de no sé que año, que zapateaban y tocaban chacareras hasta dejar a la audiencia familiar extasiada. Tuvimos una de esas noches la idea de comer helado: Grido, y para no ser menos, de comer ¼ cada una. El cuarto finalmente fue más de 300 grs, un alegrón. Por el precio, riquísimo. Eso fue 2009, Febrero. Hoy, más de dos años después, un día de Octubre de 2011, quien escribe está en Córdoba de nuevo (esta vez en la capi) y al ver un Grido por el centro evoca tan hermosa situación. Pero descubre algo, por algún motivo, Grido ya no es lo que era.


¿Será porque no está en vacaciones? (aunque fue a Córdoba a hacer nada, fue a visitar a su padre y eso le quita el brillo de la vagancia vacacionera)

¿Será porque no está con sus dos amigas?

¿Será que no hay una chacarera animando de fondo?

¿Será que su cucurucho es mini en comparación al cuarto de 300 grs?


Tal vez todas o tal vez, simplemente, cambiaron su receta.

Nunca se sabrá. Por lo pronto, lo seguro, es las ganas de irse. Vacacionar por fin.


Leonard


Viaja.

Ella oye su voz y se mueve por otras geografías. Otros tiempos.

Leonard Cohen la transporta a otro mundo que desconoce. Parece de ensueño, de estética idealizada.


Leonard tiene en su voz la huella de una vida ajetreada, con saltos. Para nada fácil. Si fuera argentino, sería peronista.


Huella de vida.


Voz profunda, de esas que se imponen en una conversación rasgando el aire. Presente.

Voz de fumador y wiskero.


Ella escucha a Leonard Cohen y cree estar en una película de Tarantino o Lynch.



Aleluya.


*


Su voz es visible. Genera imágenes, imaginarios intraducibles.


Es áspera.

Pesada.

Gastada.

Experimentada.


Leonard Cohen habla en un amable inglés.

Habla al oído, casi un susurro. Un secreto revelado a quien sepa oír.

Habla sensualmente.


¿Cuánto placer puede caberle a quién lo escuche?


*


¿A quién le pertenece esa voz?


Si una voz debe encarnar lo misterioso, seguro esa es la de Leonard Cohen.


Podemos jamás ver su cuerpo.


No importa. El ya nos colma.